La bondad es reducir la velocidad para mostrar compasión y consideración y que realmente nos preocupamos los unos por los otros. Me ofrezco como voluntario como guardabosques de rescate para la Sociedad Protectora de Animales, recogiendo perros de varios refugios. Un día, mi pareja y yo tuvimos algunos problemas y llegamos tarde. Pero en lugar de apresurarme, sentí un fuerte impulso de reducir la velocidad y saludar a cada perro que recogimos con especial atención. Parecía un viaje rutinario, pero nos hizo reflexionar sobre cuánto mejor sería el mundo si lo hiciéramos más a menudo. Emergí como una persona diferente y, a partir de ahora, voy a dejar que mi corazón me guíe.