Síndrome de fatiga crónica (SFC)
El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), también conocido como Enfermedad Sistémica de Intolerancia al Esfuerzo (SEID) o Encefalomielitis Miálgica (EM), es una enfermedad crónica compuesta y debilitante. El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad compleja y de larga duración, que causa fatiga persistente o recurrente, dolor crónico (especialmente en los músculos y las articulaciones) y problemas para dormir durante al menos seis meses sin ninguna otra causa identificable.



Causas y síntomas del síndrome de fatiga crónica
Es probable que el síndrome de fatiga crónica sea causado por una variedad de factores.
No sabemos exactamente por qué las personas tienen el síndrome de fatiga crónica, pero creemos que se debe a una variedad de factores, incluida la genética, las influencias ambientales, las elecciones de estilo de vida y los niveles de estrés. Otras causas pueden incluir disfunción del sistema inmunitario, tratamientos médicos como quimioterapia o radiación, recuperación de una cirugía mayor e infecciones virales o bacterianas.
También puede estar experimentando ansiedad, depresión, sensibilidades químicas o incluso fibromialgia. Debido a que estos síntomas pueden superponerse y coexistir, el SFC puede ser difícil de diagnosticar. Su proveedor trabajará con usted para determinar la mejor combinación de tratamiento, medicamentos y terapia, para que pueda controlar todos sus síntomas y volver a sentirse usted mismo.

Los síntomas del síndrome de fatiga crónica varían de una persona a otra.
Los pacientes con SFC no pueden realizar sus actividades diarias normales porque experimentan una fatiga abrumadora y extrema conocida como malestar post-esfuerzo, que no se alivia con el descanso. La gravedad de los síntomas del SFC varía de una persona a otra, a veces causando incapacidad para trabajar o asistir a la escuela, y en algunos casos conduciendo a discapacidades graves.
Además de la fatiga severa, las personas que sufren de SFC también experimentan una amplia gama de síntomas mentales y físicos, que incluyen:
- Niebla mental.
- Dolor crónico.
- Mareos que empeoran al pasar de estar acostado o sentado a estar de pie.
- Ganglios linfáticos agrandados en el cuello o las axilas.
- Agotamiento extremo después de un ejercicio físico o mental.
- Fatiga.
- Cefaleas.
- Problemas con la memoria o la concentración.
- Dolor de garganta.
- Dolor muscular o articular sin causa aparente.
- Sueño no reparador.
Los pacientes con SFC también han reportado trastornos del sueño, insomnio, depresión, cambios de humor, ataques de ansiedad y ataques de pánico.
Cumplimiento de criterios diagnósticos.
Para cumplir con los criterios de diagnóstico del Instituto de Medicina para el síndrome de fatiga crónica, una persona también tendría que experimentar al menos uno de estos dos síntomas:
- Dificultades con la memoria, el enfoque y la concentración.
- Mareos que empeoran al pasar de estar acostado o sentado a estar de pie.
Estos síntomas deben durar al menos seis meses y ocurrir al menos la mitad del tiempo con una intensidad moderada, sustancial o grave.
Diagnóstico del síndrome de fatiga crónica
Para diagnosticar el síndrome de fatiga crónica, su proveedor de atención médica le pedirá su historial médico; lo que incluye su salud física y mental. Realizarán un examen físico y lo más probable es que ordenen análisis de sangre para medir los niveles de electrolitos y la función tiroidea. También pueden realizar otras pruebas médicas, recolectar muestras de orina u ordenar radiografías.
Al examinar muestras de sangre, los niveles elevados de proteínas como la proteína C reactiva (PCR), los recuentos de glóbulos blancos y linfocitos, o la velocidad de sedimentación globular (VSG) son un indicador clave de que un paciente puede tener síndrome de fatiga crónica.
Si su proveedor médico sospecha que usted puede tener SFC, lo derivará a un especialista (un reumatólogo) que puede revisar su historial médico, análisis de sangre y muestras de orina. El reumatólogo confirmará el diagnóstico correcto.

Tratamiento del síndrome de fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica no tiene cura conocida, pero hay varios tratamientos disponibles para ayudar a aliviar los síntomas.
Medicamentos
Algunos problemas asociados con el síndrome de fatiga crónica se pueden mejorar con medicamentos recetados o de venta libre. Algunos ejemplos son los analgésicos y depresivos recetados y los medicamentos para la presión arterial.

Terapia
Asistir a sesiones de terapia y asesoramiento puede ser extremadamente beneficioso en la vida de los pacientes con SFC. El asesoramiento puede ayudar a los pacientes a aprender los mecanismos de afrontamiento de los síntomas perturbadores, controlar la depresión, desarrollar la confianza y fortalecer la dinámica familiar. Y la consejería puede proporcionar apoyo adicional cuando se enfrentan a las limitaciones tanto en la escuela como en el trabajo.
Abordar los problemas de sueño
Lidiar con la falta de sueño, independientemente de la gravedad, tiene el potencial de hacer que los síntomas adicionales sean aún más difíciles de abordar. Su proveedor de atención médica puede alentarlo a modificar su rutina a la hora de acostarse o limitar su consumo de cafeína para ayudarlo con sus problemas de sueño.
Ejercicio
Participar en ejercicios de intensidad baja o que aumentan lentamente es más beneficioso para los pacientes con SFC. Las formas agresivas y de alta intensidad de ejercicio pueden empeorar los síntomas, por lo que mantener un régimen de ejercicio de baja intensidad ayudará a mejorar la salud y la función a largo plazo de un paciente con SFC.
Preguntas frecuentes sobre el síndrome de fatiga crónica
¿El síndrome de fatiga crónica se conoce con otros nombres?
El SFC también puede denominarse enfermedad sistémica de intolerancia al esfuerzo (SEID) o encefalomielitis miálgica (EM).
¿Es el síndrome de fatiga crónica una enfermedad autoinmune?
El síndrome de fatiga crónica puede ser una variante de una enfermedad autoinmune, pero no lo es en sí mismo. En cambio, el SFC a menudo es estimulado por infecciones y puede implicar una predisposición genética.
¿Existen diferentes clasificaciones de la fatiga?
Sí. Los tres tipos de fatiga son transitoria, acumulativa y circadiana.
- La fatiga transitoria es una fatiga severa en respuesta a permanecer despierto durante períodos prolongados de tiempo en el lapso de uno o dos días.
- La fatiga acumulativa a menudo responde a una restricción leve y continua del sueño o a permanecer despierto durante períodos prolongados de tiempo en el transcurso de varios días.
- La fatiga circadiana generalmente surge de una falta de sueño que ocurre durante la ventana de "bajo circadiano" de una persona, que a menudo cae entre las 2 y las 6 a.m.
¿Es el síndrome de fatiga crónica una discapacidad?
La clasificación del síndrome de fatiga crónica como una discapacidad varía de una persona a otra y depende de la evaluación del Seguro Social sobre la gravedad del caso de cada paciente, incluido el efecto que sus limitaciones del SFC pueden tener en su capacidad para trabajar a tiempo completo. Si llegan a la conclusión de que su fatiga crónica es grave, determinarán su estado de discapacidad.
¿Qué tipos de terapias complementarias o alternativas se usan para tratar el síndrome de fatiga crónica?
Sueño, nutrición y ejercicio físico. Un patrón de sueño adecuado, nutrición y una rutina diaria de ejercicios aeróbicos pueden ayudar a controlar la fatiga crónica. Se pueden recomendar técnicas de terapia conductual, medicamentos, incluidos somníferos o una derivación a un especialista del sueño para facilitar un buen sueño. Para promover el ejercicio, su proveedor de atención médica en el Centro de Medicina Integral también creará y analizará con usted un programa de ejercicio graduado individualizado, utilizando el manejo de la actividad para equilibrar el descanso y la actividad para evitar la fatiga. También te haremos recomendaciones nutricionales para optimizar tu energía.
Terapias nutricionales. Comer alimentos saludables y alimentos ricos en vitaminas B son esenciales. Estos incluyen cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos, semillas, productos lácteos y té verde. Algunos de los mejores suplementos energéticos incluyen no solo vitaminas B, sino también vitamina D3 y vitamina E. Los nutricionistas sugieren incluir magnesio, calcio y zinc como parte del régimen vitamínico. Los suplementos adicionales como la CoQ10, la L-glutamina, el aceite de pescado y el ginkgo biloba pueden ser beneficiosos.
Evitar el exceso de alcohol, azúcar y cafeína es beneficioso para ayudar a prevenir el empeoramiento de los síntomas del SFC. Limitar los aditivos alimentarios, los conservantes y los edulcorantes artificiales (aspartamo), el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y los carbohidratos refinados también pueden ayudar a mantener a raya los síntomas. Deben evitarse los suplementos de sodio.
Terapia cognitivo-conductual. Para cambiar los comportamientos autodestructivos y mejorar la confianza en uno mismo, se le puede recomendar que se reúna con uno de los psicólogos experimentados del Centro de Medicina Integrativa. El psicólogo puede integrar técnicas de reducción del estrés, como la atención plena, las imágenes guiadas o la meditación, para ayudarte a manejar tu perspectiva y el procesamiento de tu gama de síntomas para controlar el dolor crónico.
Terapias de medicina complementaria. Los pacientes que demuestren adherencia a sus planes de tratamiento individualizados de sueño, ejercicio, nutrición y terapia conductual pueden beneficiarse de terapias adicionales. Dichas terapias complementarias incluyen masajes, acupuntura, asesoramiento nutricional o atención quiropráctica y deben ser consideradas. Estos métodos complementarios, junto con planes de tratamiento eficaces, pueden ayudar a mejorar su calidad de vida general y sus actividades habituales.
Visite nuestra clínica del área metropolitana de Denver para obtener más información >
Referencias
Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Encefalomielitis miálgica Síndrome de fatiga crónica (https://www.cdc.gov/me-cfs/index.html)
Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI): Biblioteca Nacional de Medicina. Síndrome de fatiga crónica (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK557676/)