Diverticulitis y diverticulosis

Si la presión se acumula en el intestino grueso, se pueden formar pequeñas burbujas o protuberancias en los puntos débiles de la pared intestinal. Estas pequeñas bolsas se llaman divertículos.

La diverticulosis y la diverticulitis comparten la característica común de los divertículos, pero son diferentes.

Diverticulosis vs. diverticulitis

La diverticulosis y la diverticulitis se clasifican como enfermedades diverticulares, ya que comparten la característica común de los divertículos. Sin embargo, son condiciones separadas.

Si tiene divertículos a lo largo del intestino grueso, tiene diverticulosis colónica. Divertículoosis significa simplemente la "presencia de" divertículos. La diverticulosis no suele ser un problema y puede que no cause ningún síntoma.

Si las heces o partículas pueden quedar atrapadas en los divertículos, pueden inflamarse e infectarse. La diverticulitis se refiere a esta infección o inflamación de los divertículos. No todas las personas que tienen diverticulosis desarrollarán diverticulitis.

Si bien la diverticulitis colónica puede ocurrir en cualquier parte del intestino grueso, tiende a ocurrir en el colon sigmoide en forma de S que constituye la última parte del intestino grueso.

La diverticulitis puede ser aguda o crónica. La diverticulitis aguda significa que tiene un ataque o episodio distinto, a menudo grave, que puede desaparecer con tratamiento. La diverticulitis crónica significa que la inflamación puede disminuir, pero no desaparece por completo, y puede volver a aparecer. Con el tiempo, la diverticulitis crónica puede causar otras complicaciones.

Causas de la diverticulitis

Los expertos no están completamente seguros de qué causa la diverticulitis, pero muchos piensan que ocurre cuando no comes suficiente fibra.

La fibra es una parte importante de una dieta saludable y se puede encontrar en frutas, verduras y cereales integrales. Tu cuerpo no digiere la fibra. En cambio, la fibra agrega volumen a las heces y las hace más blandas y fáciles de evacuar.

Comer muy poca fibra puede provocar estreñimiento, que ocurre cuando las heces se mueven lentamente a través del intestino grueso y se vuelven secas y difíciles de eliminar. Los músculos tienen que esforzarse para empujar las heces, lo que aumenta la presión en el intestino grueso. Esto puede conducir a la formación de divertículos. Si las heces o las bacterias malas entran en los divertículos, pueden inflamarse e infectarse.

Sin embargo, la ingesta de fibra no es lo único que determina si se desarrollará la enfermedad diverticular. Los expertos han identificado factores de riesgo adicionales que aumentan la probabilidad de desarrollar diverticulitis. Entre ellas se encuentran:

  • Genética: Los genes pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad diverticular. La diverticulitis parece ser hereditaria, lo que significa que puede transmitirse de padres a hijos.
  • Tener diverticulosis.
  • Edad: La diverticulitis es más común en personas mayores de 50 años.
  • Obesidad: Tener sobrepeso grave aumenta el riesgo de desarrollar diverticulitis.
  • Tabaquismo: Los fumadores son mucho más propensos a desarrollar diverticulitis que los no fumadores.
  • Falta de ejercicio: El ejercicio regular y vigoroso reduce el riesgo de diverticulitis.
  • Dieta: Comer una dieta baja en fibra y alta en grasas aumenta el riesgo de diverticulitis.
  • Ciertos medicamentos: Algunos medicamentos pueden aumentar el riesgo de diverticulitis. Estos incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como Advil y Motrin, opioides, esteroides y naproxeno sódico (Aleve).

Síntomas de la diverticulosis y diverticulitis

Los síntomas varían ampliamente de una persona a otra.

Si tiene diverticulosis, es posible que no experimente ningún síntoma. O puede experimentar síntomas leves, como:

  • Calambres leves
  • Hinchazón
  • Estreñimiento

Sin embargo, estos síntomas son similares a los de otras afecciones, como el síndrome del intestino irritable (SII) y las úlceras. No necesariamente significan que usted tenga diverticulosis.

Los síntomas de la diverticulitis incluyen:

  • Calambres leves o sensibilidad abdominal.
  • Dolor abdominal: Por lo general, este dolor persiste durante varias horas o días, o hasta que tenga una evacuación intestinal. El dolor de la diverticulitis generalmente se encuentra en la parte inferior izquierda del abdomen. Sin embargo, también puede experimentar dolor abdominal en el lado derecho, especialmente si es de ascendencia asiática.
  • Dolor de espalda: Los calambres y el dolor abdominal causados por la diverticulitis pueden irradiarse a la espalda, causando dolor lumbar.
  • Cambio en el hábito intestinal: Puede experimentar estreñimiento o, con menos frecuencia, diarrea.
  • Sangrado diverticular: Es posible que vea sangre de color rojo brillante en las heces, que proviene de los divertículos sangrantes.
  • Puede causar náuseas, fiebre o vómitos si tiene una infección.
  • Heces estrechas o en forma de gránulos: si tiene diverticulitis avanzada o grave, el intestino grueso puede estrecharse, lo que hace que las heces se vuelvan delgadas, estrechas o en forma de gránulos.

Los síntomas de la enfermedad diverticular pueden parecerse a los de otros problemas de salud. Siempre consulte a su proveedor de atención médica para estar seguro.

Debe buscar atención médica de emergencia para la diverticulitis si experimenta uno o más de los siguientes:

  • Sangre en las heces.
  • Vómitos excesivos o náuseas intensas.
  • Fiebre de más de 100.4 F.
  • Dolor abdominal o de espalda repentino e intenso que empeora rápidamente.

Estos pueden ser signos de complicación de la diverticulitis o de otra afección grave por medicamentos que requiere atención.

Complicaciones de la diverticulitis

Muchos casos de diverticulitis son leves y desaparecen con reposo y antibióticos. Sin embargo, si no se trata, la diverticulitis grave puede desarrollar complicaciones:

Obstrucción intestinal. Una obstrucción intestinal ocurre cuando el intestino grueso se bloquea, impidiendo el paso de las heces. Si tienes diverticulitis crónica, el exceso de tejido cicatricial puede causar una obstrucción intestinal. Una obstrucción intestinal es una afección grave causada por medicamentos. Si la obstrucción es completa, necesitará una cirugía de emergencia para despejar el camino.

Absceso diverticulítico. Un absceso es una bolsa llena de pus. Los divertículos infectados pueden convertirse en abscesos. Los abscesos pequeños generalmente se pueden tratar con antibióticos, pero es posible que sea necesario drenar o extirpar quirúrgicamente un absceso grande.

Fístula. Una fístula se refiere a una vía anormal creada entre dos órganos. A veces, después de un brote grave de diverticulitis, se forma una fístula entre el intestino grueso y los órganos cercanos, como la vejiga, el intestino delgado o la vagina. Esto puede provocar dolor al orinar o secreción vaginal anormal. Las fístulas requieren cirugía.

Ruptura (perforación) de la diverticulitis. Si un absceso o un punto débil en el intestino grueso se desgarra, puede derramarse pus o heces en la cavidad abdominal. Esto conduce a la peritonitis, o inflamación e infección de la cavidad abdominal. La peritonitis puede ser potencialmente mortal y requiere atención médica inmediata.

Diagnóstico de la diverticulitis

Su médico tomará su historia clínica y le preguntará acerca de cualquier síntoma, incluso cuándo comenzó y cuánto tiempo los ha tenido. Como parte de un examen físico, el médico palpará el abdomen en busca de masas u órganos agrandados. También es posible que le hagan un examen rectal digital (DRE, por sus siglas en inglés). Durante esta prueba, el médico inserta un dedo enguantado y lubricado en el recto para palpar cualquier área anormal. Si tienes vagina, el médico puede realizar un examen pélvico para descartar problemas con el sistema reproductivo.

Si su médico sospecha de diverticulitis, puede ordenar una o más de las siguientes pruebas:

  • Análisis de sangre u orina para detectar infecciones.
  • Pruebas de muestras de heces. Se puede analizar una pequeña muestra de heces para detectar signos de infección o la presencia de sangre.
  • Prueba de embarazo, para descartar la posibilidad de embarazo o embarazo ectópico, que puede causar síntomas similares.
  • Prueba de enzimas hepáticas, para descartar problemas con el hígado.
  • Tomografía computarizada (TC o TAC). Una tomografía computarizada crea una imagen detallada de los órganos y se puede usar para buscar divertículos o abscesos infectados.
  • El médico usará un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara (un sigmoidoscopio) para examinar el colon sigmoide en busca de úlceras, pólipos, sangrado o divertículos inflamados. Una sigmoidoscopia ayuda a determinar la gravedad de la diverticulitis.
Mujer y proveedor mirando la tableta

Tratamiento de la diverticulitis

Su tratamiento dependerá de la gravedad de la diverticulitis y de sus síntomas.

Diverticulitis no complicada

Si tienes diverticulitis leve sin complicaciones, tu médico puede recomendarte que sigas un plan de dieta para la diverticulitis. Esto implica:

  • Dieta líquida. Una dieta líquida implica evitar los alimentos sólidos y beber líquidos claros como caldo, jugos de frutas sin pulpa, té, gelatina y otros líquidos claros durante unos días. Esto le da tiempo al intestino grueso para descansar y sanar.
  • Dieta baja en fibra. Después de unos días con una dieta líquida, su médico puede recomendar una dieta baja en fibra, lo que significa comer alimentos bajos en fibra como huevos, queso, arroz, frutas y verduras enlatadas (sin piel) y pan blanco refinado o pasta. Estos alimentos suelen ser fáciles de digerir.

Su médico también puede recetarle antibióticos. Los antibióticos se pueden usar para tratar la infección, aunque generalmente no son necesarios en casos muy leves. Los antibióticos comúnmente recetados incluyen metronidazol (Flagyl), trimetoprim-sulfametoxazol (Bactrim), ciprofloxacina (Cipro) o amoxicilina y ácido clavulánico (Augmentin). 

Ditirulitis complicada

Si tienes un ataque de diverticulitis grave o experimentas complicaciones como sangrado u obstrucción intestinal, es posible que debas recibir tratamiento en un hospital. El tratamiento puede implicar lo siguiente:

  • Antibióticos intravenosos (IV). En el caso de la diverticulitis grave, es posible que debas inyectarte antibióticos en las venas por vía intravenosa.
  • Drenaje quirúrgico. Si tiene un absceso grande, su médico necesitará insertar un tubo en él para drenarlo.

La cirugía para la diverticulitis se puede recomendar si:

  • Se ha producido una perforación intestinal.
  • Se ha desarrollado una fístula entre el intestino grueso y otro órgano.
  • Tiene peritonitis.
  • Tiene una obstrucción intestinal completa o parcial.

Existen dos tipos de cirugía para la diverticulitis:

Resección intestinal primaria. Se extirpa la parte infectada o dañada del intestino y se vuelven a unir las partes restantes del intestino. Esto le permite defecar normalmente. Es posible que su médico pueda realizar esta cirugía por vía laparoscópica, lo que significa que solo se hacen unas pocas incisiones pequeñas. Esto reduce la cicatrización y el tiempo de recuperación.

Resección intestinal con colostomía. El cirujano extirpa la parte dañada o infectada del colon. Si hay demasiada inflamación y el médico no puede conectar los segmentos restantes del colon, el cirujano construirá otro camino para que los desechos salgan del cuerpo. Esto se conoce como colostomía. Consiste en unir el extremo del colon a una pequeña abertura en la pared del abdomen. Una bolsa se ajusta de forma segura sobre la abertura y recoge los residuos. En algunos casos, el cirujano puede volver a entrar y volver a conectar el colon una vez que la inflamación haya disminuido.

Después de la cirugía, deberá descansar y evitar levantar objetos pesados. Su médico puede recomendarle que venga seis o más semanas después de la cirugía para una colonoscopia. El médico examina toda la longitud del colon y el recto con un colonoscopio, un tubo delgado, flexible e iluminado con una pequeña cámara de video en el extremo. Se pueden pasar instrumentos especiales a través del colonoscopio para hacer una biopsia o extirpar cualquier área de aspecto sospechoso, como pólipos. Hacerse una colonoscopia puede ayudar a descartar el cáncer de colon como causa de los síntomas.

Perspectiva y prevención de la diverticulitis

Si bien no existe una forma infalible de prevenir la diverticulitis, hay medidas que puede tomar para reducir el riesgo de desarrollarla:

Pareja cocinando comida saludable
  • Haz ejercicio todos los días. 30 minutos de ejercicio vigoroso al día pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar diverticulitis.
  • No fumes. Fumar aumenta el riesgo de desarrollar diverticulitis. Si no fumas, no empieces. Si fumas, considera unirte a un programa para dejar de fumar.
  • Bebe mucha agua.
  • Consuma una dieta saludable y rica en fibra. Trate de comer frutas frescas, verduras y granos enteros con cada comida para asegurarse de obtener suficiente fibra. Las mujeres deben obtener alrededor de 25 gramos de fibra por día y los hombres deben obtener alrededor de 38 gramos por día. Es posible que desee hablar con su médico o un dietista sobre otros cambios que podrían ayudarlo a obtener la cantidad correcta de fibra.
  • Considera hacer cambios en la dieta. Si ha tenido diverticulitis o tiene brotes, es posible que desee cambiar su dieta. Los médicos solían recomendar eliminar los frutos secos, las semillas y las palomitas de maíz de la dieta, pero las nuevas investigaciones científicas no respaldan esta afirmación. Trata de llevar un diario de alimentos en el que hagas un seguimiento de tu ingesta de alimentos y tus síntomas para identificar qué alimentos te causan brotes.