Neumonía
La neumonía es una infección pulmonar común en la que los sacos de aire del pulmón (alvéolos) se llenan de pus y líquido. Esto hace que tosa flema (mucosidad) y tenga problemas para respirar. La neumonía puede variar de leve a potencialmente mortal.


¿Cuáles son algunos de los síntomas de la neumonía?
Síntomas en adultos
Los síntomas de la neumonía incluyen:
- Escalofríos y temblores.
- Tos que produce esputo amarillo o verde (mucosidad) o mucosidad sanguinolenta.
- Cansancio extremo (fatiga).
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida de apetito.
- Dolor y debilidad muscular.
- Respiración rápida.
- Pulso rápido.
- Dolor agudo o punzante en el pecho o dolor de espalda que empeora con la respiración profunda o la tos.
- Dificultad para respirar que empeora con la actividad.
- Transpiración.

Síntomas en niños
Los niños y los bebés tienen más probabilidades de desarrollar neumonía que los adultos. Además de los síntomas de los adultos, los niños y los bebés pueden experimentar:
- Diarrea.
- Vómito.
- Aumento de la irritabilidad o negativa a comer.
Cuándo debes consultar al médico
Llame a su médico o visite una clínica de atención de urgencia si sospecha que usted, su hijo o una persona mayor tiene neumonía.
Busque atención médica de emergencia si usted o su ser querido:
- Se siente confundido o delirante.
- Cae inconsciente.
- Tiene fiebre mayor de 102 °F.
- Tiene dolor en el pecho.
- Tiene problemas respiratorios graves.
- Tiene una afección respiratoria o cardíaca subyacente, o está inmunodeprimido.
Neumonía: causas y tipos
La neumonía se produce cuando un virus, una bacteria o un hongo entra en los pulmones y activa una respuesta inmunitaria. El cuerpo envía células inmunitarias (glóbulos blancos) al sitio de la infección. Estas células, además del líquido y las bacterias u hongos, se acumulan y llenan los alvéolos de pus. Esto, a su vez, causa los síntomas de la neumonía, como tos flemática y dificultad para respirar.
Muchas de las bacterias y virus que causan la neumonía se pueden encontrar en el aire que respiramos, lo que significa que la neumonía puede ser contagiosa.
Neumonía bacteriana. La neumonía bacteriana es el tipo de neumonía más común y, a menudo, el más grave. Es causada por bacterias, generalmente streptococcus pneumoniae. La neumonía bacteriana se contrae cuando las bacterias encuentran un camino hacia los pulmones y comienzan a multiplicarse. Esto puede suceder por sí solo, al respirar aire infectado. También puede desarrollarse cuando los pulmones se han debilitado, como después de tener un resfriado o gripe.
Las personas mayores o con el sistema inmunitario debilitado también son más propensas a desarrollar neumonía bacteriana.
Neumonía fúngica. Los hongos son pequeños organismos que pueden causar infecciones. Las personas con enfermedades crónicas o inmunidad debilitada, como las que tienen VIH/SIDA, son más propensas a contraer neumonía fúngica. Estos hongos se pueden encontrar en suelos y excrementos de aves, y también se pueden inhalar esporas de hongos.
Neumonía por micoplasma. La neumonía por micoplasma es un tipo de neumonía bacteriana atípica. Por lo general, se propaga por los pulmones, pero causa síntomas más leves.
La neumonía por micoplasma a veces se denomina "neumonía ambulante" y es contagiosa.
Neumonía viral. Virus como la influenza (gripe), el virus respiratorio sincitial (VRS) y el SARS-CoV-2 (el virus que causa el COVID-19) pueden causar neumonía. La neumonía viral es el tipo más común de neumonía en los niños pequeños. Puede contraer neumonía viral al inhalar gotitas infectadas o entrar en contacto con superficies infectadas. Si tiene neumonía viral, tiene más riesgo de desarrollar también neumonía bacteriana.
No se transmite por agentes infecciosos: neumonía por aspiración
Inhalar (aspirar) accidentalmente alimentos, bebidas o saliva puede causar neumonía. Esto es más probable que suceda si consume drogas o alcohol, o si tiene una lesión cerebral o un déficit cognitivo que afecta su capacidad para tragar.

Factores de riesgo de la neumonía

Cualquier persona puede contraer neumonía, pero ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollarla. Estos factores de riesgo incluyen:
- Edad. Las personas mayores de 65 años o los niños menores de 2 años son los más propensos a contraer neumonía y sufrir complicaciones.
- Un sistema inmunitario debilitado. Las personas que tienen afecciones crónicas o que reciben tratamientos que debilitan su sistema inmunitario son más propensas a contraer neumonía.
- Tener enfermedades pulmonares como enfisema, bronquitis crónica o EPOC.
- Vivir o trabajar en un hogar de atención a largo plazo, o pasar mucho tiempo en el hospital (esto se conoce como neumonía adquirida en el hospital).
- Fumar y vapear.
¿Cómo se diagnostica la neumonía?
Si tiene síntomas de neumonía, debe ir a ver a su médico o reservar una cita en una clínica de atención de urgencia. Su proveedor de atención médica comenzará haciéndole preguntas sobre sus síntomas y su historial médico. También pueden preguntar sobre cualquier viaje reciente, una estadía reciente en el hospital o cirugía, o la exposición a animales. Estos proporcionan pistas sobre si las bacterias, los hongos o un virus están causando los síntomas.
A partir de ahí, el médico realizará un examen físico, buscará signos de neumonía y escuchará tu respiración. La forma en que los sonidos pulmonares pueden proporcionar una pista sobre la causa subyacente de los síntomas.
Pruebas diagnósticas
Si el médico sospecha de neumonía, también puede recomendar una o más de las siguientes pruebas:
Análisis de sangre. El médico puede tomar una pequeña muestra de sangre para comprobar la cantidad de oxígeno disponible en la sangre. También pueden verificar si la infección se ha propagado a la sangre.
Exámenes por imágenes. Estas pruebas le permiten al médico ver el interior del cuerpo y examinar los órganos.
Pueden incluir:
- Radiografía de tórax: Una radiografía utiliza haces de alta energía para crear una imagen de su cuerpo. A menos que tengas enfisema avanzado, una radiografía de tórax por sí sola no se puede usar para diagnosticarte. Pero se puede usar para descartar otras afecciones, como el cáncer de pulmón.
- Tomografía computarizada: Un escáner de tomografía computarizada toma varias imágenes de rayos X para crear una vista transversal del cuerpo. Esto puede ayudar al médico a detectar el daño pulmonar y diagnosticar la neumonía.
Cultivo de esputo. Si tose mucosidad, su médico puede tomar una muestra y analizarla en un laboratorio, que se puede usar para diagnosticar una infección pulmonar y especificar la causa.
Para pacientes de alto riesgo u hospitalizados
Si usted es un paciente de alto riesgo o ha sido hospitalizado por neumonía, su médico también puede recomendar las siguientes pruebas:
- Broncoscopia. El médico utiliza un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara en el extremo (un broncoscopio) para examinar directamente las vías respiratorias. Esto les permite buscar obstrucciones y tomar muestras de tejido o líquido para analizarlas
- Cultivo de líquido pleural. En esta prueba, se toma una muestra de líquido del espacio entre las membranas pleurales. Se introduce una aguja larga y delgada a través de la piel entre las costillas y dentro del espacio pleural. El líquido se introduce en una jeringa conectada a la aguja y luego se envía a un laboratorio para averiguar qué bacteria está causando la neumonía.

¿Cómo se trata la neumonía?
Si le diagnostican neumonía, usted y su proveedor elaborarán un plan de tratamiento. El tratamiento dependerá de la causa de su infección (bacterias, virus u hongos), así como de su salud general.
Medicamentos para tratar la neumonía
Antibióticos. Estos medicamentos matan las bacterias impidiéndoles llevar a cabo sus funciones vitales. Los antibióticos solo son eficaces contra las bacterias, no contra los virus ni los hongos.
Siga siempre al pie de la letra las instrucciones de su médico y termine todo el tratamiento con la medicación. Incluso si comienzas a sentirte mejor, asegúrate de terminar todos los medicamentos para matar las bacterias restantes y prevenir futuras complicaciones.
Medicamentos antimicóticos. Estos medicamentos matan los hongos que causan la neumonía fúngica. Es posible que deba tomarlos durante varias semanas para eliminar la infección.
Medicamentos antivirales. Estos medicamentos combaten los virus que causan la neumonía viral. Su médico puede recetarle medicamentos antivirales si corre el riesgo de desarrollar complicaciones por neumonía o si tiene un sistema inmunitario debilitado. Tenga en cuenta que la neumonía viral puede resolverse por sí sola, sin medicamentos.

Tratamiento de la neumonía en casa
Además de los medicamentos recetados, el médico te recomendará que te tomes unos días libres del trabajo o la escuela para descansar y recuperarte.
Considera probar los siguientes remedios caseros:
- Evite los cigarrillos, el humo de leña u otros irritantes de la garganta, como los artículos de limpieza. Dale tiempo a tus pulmones para que sanen, y si eres fumador, considera dejar de fumar por completo.
- Tose. Toser mucosidad puede ser incómodo, pero es la forma en que su cuerpo se deshace de la infección. Trate de evitar los medicamentos para la tos o los supresores. Si la tos interrumpe el sueño, hable con su médico sobre cuándo y cómo tomar el medicamento para la tos.
- Beba muchos líquidos claros. El agua, el té y otros líquidos pueden ayudarte a mantenerte hidratado, lo cual es especialmente importante si tienes fiebre. También pueden ayudar a aflojar la mucosidad de los pulmones, lo que hace que sea más fácil y menos doloroso toser.
- Descansa lo suficiente. Su cuerpo lo necesita para ayudar a combatir la infección. Trate de obtener ayuda con las tareas domésticas y evite las actividades físicas.
- Trata el dolor y la fiebre con medicamentos de venta libre. Use acetaminofén (Tylenol) para reducir el dolor y aliviar la fiebre.
- Use un humidificador para facilitar la respiración.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse?
El tiempo de recuperación de la neumonía oscila entre una semana y más de un mes.
Una vez que empieces a sentirte mejor, asegúrate de tomártelo con calma. No te esfuerces demasiado para realizar actividades físicas y acumula tu fuerza lentamente.
Hospitalización
Es posible que te hospitalicen por neumonía si tienes un caso grave o si se considera que corres el riesgo de sufrir complicaciones, como tener más de 65 años o menos de dos años.
En el hospital, debe recibir líquidos y antibióticos por vía intravenosa (por vía intravenosa). También puede recibir oxigenoterapia a través de una mascarilla o un tubo nasal para mantener los niveles de oxígeno en la sangre. En casos graves, es posible que te conecten a un respirador, una máquina que bombea oxígeno a los pulmones.
Una vez que haya comenzado a recuperarse, su médico puede recomendar terapia respiratoria. Un terapeuta capacitado le enseñará ejercicios de respiración y le ayudará a maximizar su recuperación.
Complicaciones de la neumonía
Cuando se detecta a tiempo, la neumonía suele ser tratable y se resuelve con pocos problemas. Sin embargo, si no se trata, puede causar complicaciones como:
Infección de la sangre (sepsis o bacteriemia). Las bacterias que causan la neumonía bacteriana pueden entrar en el torrente sanguíneo. Esto se conoce como bacteriemia y puede poner en peligro la vida. Puede sufrir un choque séptico, una afección en la que la presión arterial desciende rápidamente, lo que dificulta que los órganos obtengan suficiente oxígeno. La bacteria también puede propagarse a otros órganos y causar otras infecciones peligrosas.
Dificultad para respirar. Si desarrolla una neumonía grave, la respiración puede volverse tan difícil que su cuerpo no recibe suficiente oxígeno. Es posible que deba ser hospitalizado y conectado a un ventilador, una máquina que bombea oxígeno a su cuerpo.
Absceso pulmonar. Un absceso es una acumulación de pus. La neumonía puede hacer que se forme un absceso en una cavidad de los pulmones. Si no se trata, un absceso puede poner en peligro la vida. Es probable que necesite antibióticos e incluso es posible que necesite que le drenen quirúrgicamente el absceso.
Derrame pleural. Los pulmones están rodeados por dos capas de tejido llamadas membranas pleurales. Estas membranas ayudan a que los pulmones se expandan suavemente en el pecho. Sin embargo, si tiene neumonía no tratada, estas membranas pueden hincharse y el líquido comenzará a acumularse entre ellas. Esto se denomina derrame pleural, y si el líquido se infecta, tendrá que ser drenado quirúrgicamente.
Prevención de la neumonía
No todos los casos de neumonía se pueden prevenir, pero hay medidas que puede tomar en su vida diaria para reducir la probabilidad de contraerla:
- Lávese las manos con frecuencia, especialmente cuando esté en lugares públicos.
- No fumes o dejes de fumar: fumar aumenta el riesgo de padecer enfermedades pulmonares crónicas como la EPOC y la neumonía complicada.
- Practica buenos hábitos de salud. Come bien, haz ejercicio y descansa lo suficiente. Esto ayuda a estimular su sistema inmunológico. Además, mantenga su entorno limpio y libre de humo.
- Vacúnese contra la gripe. La neumonía a veces es una complicación de contraer la gripe, así que asegúrese de vacunarse contra la gripe. Por lo general, los niños mayores de 6 meses pueden recibir la vacuna contra la gripe.
- Vacuna contra el HIB. Esta vacuna se recomienda para niños menores de 5 años. Protege contra el Haemophilus influenzae tipo b, una bacteria que puede causar neumonía y meningitis.
- Vacúnese contra la neumonía. Los niños menores de 2 años, los adultos mayores de 65 años y las personas con riesgo de neumonía complicada deben recibir la vacuna contra la neumonía. Protege contra muchos tipos de bacterias de la neumonía neumocócica, que comúnmente causan neumonía bacteriana.
Referencias
Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Neumonía (https://www.cdc.gov/pneumonia/index.html)
Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association). Síntomas y diagnóstico de la neumonía (https://www.lung.org/lung-health-diseases/lung-disease-lookup/pneumonia/symptoms-and-diagnosis)
Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés). Neumonía – ¿Qué es la neumonía? (https://www.nhlbi.nih.gov/health/pneumonia)