Hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar es una enfermedad grave y crónica en la que la presión en los pulmones se vuelve demasiado alta. La presión alta ejerce presión sobre el lado derecho del corazón. Con el tiempo, este exceso de tensión puede debilitar el corazón o causar insuficiencia cardíaca.

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Hipertensión pulmonar: síntomas y complicaciones

Síntomas

Los síntomas de la hipertensión pulmonar varían ampliamente y, a menudo, se parecen a los síntomas de otras enfermedades. También tienden a desarrollarse lentamente a lo largo de los años.

Los síntomas pueden incluir:

  • Dificultad para respirar. Al principio, es posible que solo sienta que le falta el aire al hacer ejercicio. A medida que la enfermedad empeora, es posible que sienta que le falta el aire incluso cuando está en reposo.
  • Dolor o presión en el pecho.
  • Mareos.
  • Desmayo.
  • Fatiga o sensación de cansancio que no desaparece con el descanso.
  • Palpitaciones cardíacas o sensación de que el corazón se acelera.
  • Dolor en la parte superior derecha del abdomen (vientre).
  • Hinchazón de los tobillos o las piernas.
  • Color azul en labios y piel.

Al principio, puede descartar síntomas como la dificultad para respirar y la fatiga como signos de que no está en forma o está envejeciendo. Sin embargo, estos pueden ser signos graves de un problema subyacente.

Hable con su médico si experimenta alguno de estos síntomas.

Complicaciones

Si no se trata, la hipertensión pulmonar puede tener complicaciones graves y potencialmente mortales. Entre ellas se encuentran:

  • Insuficiencia cardíaca debida a un ventrículo derecho agrandado (cor pulmonale). La hipertensión pulmonar hace que el lado derecho del corazón se tense. El corazón responde a la tensión aumentando el grosor del músculo, pero esto ejerce más presión sobre el corazón, lo que causa insuficiencia cardíaca.
  • Latidos cardíacos irregulares (arritmia). Con el tiempo, la hipertensión pulmonar puede hacer que el corazón lata de manera irregular. Esto puede provocar palpitaciones cardíacas o complicaciones más graves, como coágulos de sangre. Algunas arritmias son potencialmente mortales.
  • Complicaciones del embarazo. Tener hipertensión pulmonar durante el embarazo puede aumentar el riesgo de complicaciones en el embarazo y puede poner en peligro la vida de usted y su bebé.

Diagnóstico de la hipertensión pulmonar

Si tiene síntomas de hipertensión pulmonar, debe hablar con su médico. La hipertensión pulmonar puede ser difícil de diagnosticar. En las primeras etapas de la enfermedad, es posible que su médico no detecte la afección durante sus chequeos regulares. Incluso a medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden confundirse con otras afecciones médicas. Esto puede retrasar aún más su diagnóstico. Aun así, la hipertensión pulmonar debe detectarse a tiempo para evitar complicaciones.

Es posible que el médico deba ordenar varias pruebas diferentes para diagnosticar la hipertrofia pulmonar y descartar otras afecciones.

Pruebas diagnósticas

  • Análisis de sangre. El médico puede realizar análisis de sangre para detectar otros problemas subyacentes, como enfermedad de la tiroides o del hígado. Algunos análisis de sangre también se pueden usar para verificar si hay tensión en el corazón.
  • Radiografía de tórax. Una radiografía utiliza haces de alta energía para crear una imagen del pecho. Se puede usar para detectar problemas cardíacos y para descartar otras afecciones.
  • Ecocardiograma. Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear una imagen de las cavidades y válvulas del corazón. Esto le permite a su médico ver qué tan bien está funcionando cada parte y verificar si su ventrículo derecho está agrandado. Es posible que le hagan un ecocardiograma mientras realiza ejercicio físico.
  • Electrocardiograma (ECG o ECG). Esta prueba mide la actividad eléctrica del corazón. Puede detectar si tiene un ritmo cardíaco anormal o si hay algo raro con la actividad eléctrica.
  • Prueba de función pulmonar. Esta prueba mide la cantidad de aire que pueden contener los pulmones y lo bien que puede inhalar y exhalar. Por lo general, esto implica inhalar y exhalar una máquina mientras se siguen las instrucciones de un médico. Con base en esta información, usted y su médico pueden comprender mejor sus opciones de tratamiento.

Confirmación del diagnóstico

Si las pruebas diagnósticas hacen que el médico sospeche de hipertensión pulmonar, es posible que realice un procedimiento de cateterismo cardíaco para confirmar el diagnóstico. Insertará un tubo delgado y flexible en una arteria grande de la pierna o cerca de la ingle y lo subirá hasta la arteria pulmonar para medir directamente la presión arterial pulmonar. Este procedimiento también se puede realizar para ver cómo está respondiendo usted al tratamiento.

Tipos y causas de la hipertensión pulmonar

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen cinco grupos de hipertensión pulmonar, dependiendo de la causa subyacente:

Grupo 1: Hipertensión arterial pulmonar (HAP). Este tipo de hipertensión pulmonar ocurre cuando las arterias pulmonares se estrechan o se dañan, lo que aumenta la presión dentro de las arterias.

Las causas de la hipertensión arterial pulmonar incluyen:

  • Enfermedad cardíaca congénita o problemas cardíacos con los que se nace.
  • Enfermedades del tejido conectivo, como la esclerodermia y el lupus.
  • Otras enfermedades, como el VIH y la enfermedad hepática crónica (cirrosis).
  • Mutaciones genéticas transmitidas de padres a hijos (hipertensión arterial pulmonar hereditaria).
  • Consumo de ciertas drogas, como la metanfetamina y la cocaína.

A veces, no existe una causa conocida para la hipertensión arterial pulmonar. Esto se conoce como hipertensión arterial pulmonar idiopática.

Grupo 2: Hipertensión pulmonar por cardiopatía izquierda. El lado izquierdo del corazón bombea sangre oxigenada desde los pulmones al resto del cuerpo. Si hay un problema con las válvulas musculares del lado izquierdo, el corazón no puede seguir el ritmo de la sangre que ingresa de los pulmones. Esto conduce a una "reserva" de sangre, lo que aumenta la presión arterial en los pulmones.

Las causas de la HP, debidas a la cardiopatía izquierda, incluyen:

Grupo 3: Hipertensión pulmonar por enfermedad pulmonar. Las enfermedades pulmonares pueden impedir que reciba suficiente oxígeno cuando inhala. Para compensar, el cuerpo contrae las arterias pulmonares, lo que aumenta la presión arterial en los pulmones.

Las causas de la HP debida a la enfermedad pulmonar incluyen:

  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisema y bronquitis crónica. Estas enfermedades pulmonares dificultan la exhalación eficaz. La mayoría de las veces son causadas por el tabaquismo.
  • Apnea obstructiva del sueño, un trastorno respiratorio durante el sueño que ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan demasiado y le impiden respirar.
  • Fibrosis pulmonar o cicatrización del tejido entre los sacos de aire y las vías respiratorias de los pulmones.
  • Vivir en grandes altitudes durante períodos prolongados.

Grupo 4: Hipertensión pulmonar por coágulos sanguíneos (hipertensión pulmonar tromboembólica crónica). Los coágulos de sangre (embolias pulmonares) en las arterias pulmonares pueden provocar cicatrices y estrechamientos. Los trastornos de la coagulación de la sangre pueden ponerlo en riesgo de padecer este tipo de hipertensión pulmonar.

Grupo 5: Hipertensión pulmonar por causas desconocidas. La hipertensión pulmonar puede ser causada por muchas otras afecciones, como la enfermedad de células falciformes, la enfermedad de la tiroides y la enfermedad hepática.

Independientemente del grupo al que pertenezca, la hipertensión pulmonar es una enfermedad grave, incluso potencialmente mortal, que necesita tratamiento a largo plazo.

Tratamientos para la hipertensión pulmonar

No existe una cura única para la hipertensión pulmonar, pero hay muchas maneras de controlarla. El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas y retrasar la progresión de la hipertensión pulmonar. Si su hipertensión pulmonar está siendo causada por otra enfermedad, deberá tratar esa afección subyacente (si es posible).