Síndrome de piernas inquietas

El síndrome de piernas inquietas (SPI) es una afección que causa sensaciones incómodas en las piernas y una fuerte necesidad de moverlas. Los síntomas del SPI tienden a ser mayores por la noche o cuando ha estado en reposo durante períodos prolongados, como durante un viaje largo en automóvil.

Mujer en postura sentadaMujer en postura sentadaMadre e hija almorzando

Síntomas del síndrome de piernas inquietas

Las personas que tienen el síndrome de piernas inquietas a menudo describen la sensación como:

  • Persistente
  • Arrastramiento
  • Arrastrándose
  • Picazón
  • Tirando
  • Palpitante
  • Hormigueo

Para la mayoría de las personas, la sensación no es dolorosa. Sin embargo, el síndrome de las piernas inquietas grave puede causar dolor. El síndrome de las piernas inquietas suele afectar a ambas piernas. Es diferente de los calambres u otros dolores en las piernas, y se acompaña de la necesidad irresistible de mover las piernas caminando o estirándose. Por lo general, estos síntomas son más fuertes por la tarde y por la noche, pero desaparecen por la mañana.

Además de la sensación desagradable y la necesidad de moverse, los síntomas comunes del SPI incluyen:

  • Sentirse agotado y cansado durante el día.
  • Tener dificultad para concentrarse, recordar o realizar las tareas diarias.
  • Incapacidad para conciliar el sueño o dificultad para permanecer dormido.
  • Movimientos involuntarios o sacudidas durante el sueño. Esto se conoce como trastorno de movimiento periódico de las extremidades (PLMD, por sus siglas en inglés). Casi el 90% de las personas con SPI tienen SPL, pero no todas las personas con TPM tienen SPI.
  • Cambios de humor o irritabilidad.
  • Dar vueltas en la cama o despertarse con frecuencia.

Si tiene estos síntomas o los desarrolla después de tomar un medicamento nuevo, debe hablar con su médico. Ellos pueden proporcionarle un diagnóstico y ayudarle a encontrar tratamiento.

Causas y factores de riesgo del SPI

SPI primario

A veces es imposible encontrar la causa subyacente del síndrome de las piernas inquietas. Esto se conoce como RLSa primario, lo que significa que no está relacionado con otra afección. El SPI primario parece ser hereditario en algunas familias, lo que significa que puede ser hereditario. Esto indica un componente genético en juego en el desarrollo del SPI primario.

Región del cerebro que controla el movimiento. Los expertos creen que esto puede ser el resultado de un problema en la región del cerebro que controla el movimiento, los ganglios basales. Los ganglios basales requieren una sustancia química específica, llamada dopamina, para producir movimientos suaves y decididos. Si se altera el equilibrio de la dopamina, se producen movimientos involuntarios. Los desequilibrios de dopamina también se asocian con otros trastornos del movimiento, como la enfermedad de Parkinson. Las personas con enfermedad de Parkinson son más propensas a desarrollar el síndrome de las piernas inquietas.

SPI secundario

El SPI secundario significa que hay una causa subyacente. Entre las posibilidades:

  • Deficiencia de hierro. Los niveles bajos de hierro en la sangre o el cerebro pueden conducir a niveles más bajos de dopamina, lo que puede causar el síndrome de las piernas inquietas. Las personas con períodos menstruales abundantes o que tienen antecedentes de sangrado intestinal pueden estar en riesgo de deficiencia de hierro.
  • Enfermedad renal o insuficiencia renal. La enfermedad y la insuficiencia renal pueden reducir la cantidad de hierro disponible en la sangre.
  • Medicamentos. Ciertos medicamentos pueden causar el desarrollo repentino del síndrome de las piernas inquietas. Estos incluyen medicamentos contra las náuseas y antihistamínicos (como Benadryl), algunos antidepresivos que aumentan los niveles de serotonina y algunos medicamentos antipsicóticos.
  • Neuropatía periféricaEl daño a los nervios periféricos que controlan el movimiento puede causar el síndrome de las piernas inquietas.
  • Embarazo. Algunas personas embarazadas pueden desarrollar el síndrome de las piernas inquietas, generalmente en el último trimestre del embarazo. Estos síntomas suelen desaparecer después del parto.

Otros factores de riesgo

Otros factores de riesgo para el síndrome de piernas inquietas incluyen:

  • Tener más de 40 años. El síndrome de las piernas inquietas puede desarrollarse a cualquier edad, pero por lo general se desarrolla más tarde y empeora con la edad.
  • Ser mujer. Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar el síndrome de las piernas inquietas.
  • Tener antecedentes familiares de SPI.
  • Tener apnea obstructiva del sueño. Las personas con un trastorno respiratorio del sueño llamado apnea del sueño son más propensas a sufrir de SPI. Sin embargo, la conexión entre las dos condiciones no se entiende claramente.
  • Tener la enfermedad de Parkinson.
  • Tener afecciones médicas crónicas no tratadas como diabetes, enfermedad renal, artritis reumatoide, enfermedad de Lyme, fibromialgia y otras.

¿Qué desencadena el síndrome de las piernas inquietas?

Los síntomas del síndrome de piernas inquietas tienden a fluctuar en frecuencia e intensidad. Ciertas cosas pueden agravar o desencadenar piernas inquietas, entre ellas:

  • Alcohol.
  • Estar quieto y sedentario durante largos períodos, como sentarse en un escritorio o en un automóvil durante largos períodos.
  • Falta de sueño.
  • Estimulantes como la cafeína y la nicotina.
  • Estrés y ansiedad.
  • Ejercicio vigoroso, especialmente por la noche.

Considera llevar un diario de tu sueño, comida y actividades para que puedas ver qué desencadena tus síntomas. También puede hablar con su médico sobre estos desencadenantes para que pueda diagnosticarlo mejor.

¿Cómo se diagnostica el síndrome de piernas inquietas?

Si tiene síntomas del síndrome de piernas inquietas y están interfiriendo con sus actividades diarias, debe hablar con su médico. Desafortunadamente, muchos médicos no están familiarizados con la afección o confunden los síntomas con otro trastorno, como la ansiedad u otro trastorno del sueño. Además, muchas personas con SPI no relacionan la sensación en las piernas con su problema de sueño. Esto puede hacer que la afección sea más difícil de diagnosticar y tratar. Como tal, encontrar un equipo de atención empático y experto que pueda diagnosticar adecuadamente el síndrome de piernas inquietas es el primer paso para vencer la afección.

No existe una prueba única que pueda diagnosticar el síndrome de piernas inquietas. En su lugar, su médico le preguntará acerca de sus antecedentes médicos y familiares, sus síntomas y su estilo de vida. Su médico lo evaluará en función de los siguientes criterios, establecidos por el Grupo Internacional de Estudio del Síndrome de Piernas Inquietas:

  • Tiene una fuerte necesidad de mover las piernas, lo que suele ir acompañado de una sensación desagradable.
  • Este impulso empeora durante los períodos de descanso o inactividad.
  • El movimiento alivia los síntomas temporalmente.
  • Los síntomas empeoran por la tarde o por la noche.
  • Los síntomas no pueden explicarse por otra afección médica o conductual.

Además, el médico puede tomar muestras de sangre para ver si tienes deficiencia de hierro o enfermedad renal, que puede ser la causa subyacente de los síntomas del SPI.

Tratamientos para el síndrome de piernas inquietas

No existe una cura única para el síndrome de piernas inquietas, pero los cambios en el estilo de vida y los medicamentos pueden ayudar.

Si tienes el síndrome secundario de piernas inquietas, tendrás que tratar la enfermedad subyacente o cambiar tus medicamentos para encontrar un alivio duradero. Es posible que tenga que probar una variedad de tratamientos para encontrar el que funcione para usted.

El síndrome de las piernas inquietas y las perspectivas de recuperación

El síndrome de las piernas inquietas es una afección muy real que a menudo se pasa por alto o se diagnostica poco. Puede afectar negativamente su sueño y su vida.

Sin embargo, tiene opciones cuando se trata del tratamiento del SPI. Y el primer paso para dormir mejor es encontrar un equipo de atención que satisfaga sus necesidades.