
Sus padres se preocuparon por usted y le cuidaron durante las primeras décadas de su vida, y probablemente aún se preocupan. Ahora que usted es una persona adulta y sus padres están envejeciendo, los roles pueden haberse invertido.
Y eso puede generar cierta preocupación. Quizás le preocupen sus hábitos alimenticios y su nutrición. ¿Están tomando sus medicamentos? También puede ser que no quieran que sus hijos los traten como a niños o que no admitan que necesitan ayuda.
Para la mayoría, es difícil saber cuándo intervenir y ofrecer ayuda, cuánta y de qué tipo. La Dra. Hillary Lum, geriatra y profesora asociada de medicina en la University of Colorado School of Medicine’s Division of Geriatric Medicine, recomienda mantener una conversación continua con sus padres, preguntarles regularmente cómo les ha ido en su día y si necesitan ayuda.
Sin embargo, si sus padres no le dan información fácilmente, ¿cómo sabrá cuándo es el momento de intervenir? ¿Cómo debe iniciar la conversación?
Cuando llega el momento de intervenir para ayudar a sus padres cuando están envejeciendo
Lum dijo que, en términos generales, ese momento llega cuando se notan dificultades con lo que los profesionales médicos llaman Actividades Instrumentales de la Vida Diaria.
El National Institutes of Health define este término como “actividades relacionadas con la capacidad de vivir de forma independiente en la comunidad”.

“Por ejemplo”, dijo Lum, “¿tienen dificultades para administrar sus finanzas, usar el transporte público, mantener la casa en orden, hacer recados o preparar la comida?’
Otras señales de que algo ha cambiado son, por ejemplo, que su madre, normalmente elegante, deje de bañarse, o que su padre, tan sociable, rechace invitaciones sociales. Estas son señales de que algo les impide hacer lo que suelen hacer. Quizás su madre tenga miedo de caerse en la ducha o le cueste abrir el grifo. Su padre puede mostrarse reacio a participar en actividades sociales por estar deprimido, tener problemas de audición o presentar deterioro cognitivo.
Michele Kuntz, trabajadora social clínica licenciada en el UCHealth Seniors Clinic – Anschutz Medical Campus, afirma que con frecuencia el manejo de los medicamentos es una preocupación común entre sus pacientes.
‘Los problemas con la administración de medicamentos pueden indicar que los pacientes no están cumpliendo con su tratamiento en casa. Por ejemplo, si toma medicamentos para el corazón vitales y no los toma según las indicaciones, a veces esto puede terminar en una visita al hospital’.
También sabrá que es momento de intervenir cuando oiga de amigos o vecinos que su padre o madre está pasando por dificultades o cuando sus padres finalmente tengan el valor de decirle que necesitan ayuda.
Cómo tener la conversación con padres adultos mayores
Salvo en caso de enfermedad grave o accidente, cuando sea evidente que sus padres mayores necesitan ayuda o le piden apoyo, lo más probable es que deba abordar el tema con sensibilidad y compasión. Incluso cuando le pidan ayuda, debe hablar sobre los siguientes pasos con amabilidad y afecto. Lum recomienda tener paciencia con sus padres y consigo mismo.
“Reconozca que esto puede resultar abrumador, así que empiece poco a poco y planee seguir hablando del tema con el tiempo”, dice. También sugiere involucrar a otras personas de confianza, como familiares o una trabajadora social de un centro de salud, o a un gestor de casos de una organización comunitaria.
Una persona trabajadora social o gestora de casos puede revisar una lista de evaluaciones para que usted pueda determinar dónde existe una necesidad real de ayuda y qué tipos de apoyo pueden estar disponibles. Cada región del país tiene una agencia local para personas adultas mayores con recursos que se pueden explorar.
Estas conversaciones pueden ser emotivas. Intente no acusar ni culpar, dijo Lum. En cambio, haga preguntas como: ¿Cómo le va? Cuénteme más sobre por qué ya no va al club de lectura como antes. Es fundamental que sus padres se sientan partícipes en la toma de decisiones.
¿Cuáles son las opciones de vivienda?
La situación de cada persona es única. Primero, debe evaluar su disposición y disponibilidad para ayudar, los recursos económicos disponibles para pagar la asistencia y las necesidades y deseos de sus padres mayores.
Si sus padres deciden quedarse en casa con ayuda, usted puede apoyarlos de muchas maneras. También existen programas comunitarios que pueden mantenerlos activos socialmente y brindarles atención durante el día. Y si llega el momento de trasladarlos a una residencia para personas adultas mayores o un centro de cuidados, hay maneras de evaluar la calidad de la atención para garantizar su seguridad y comodidad.
Apoyo en el hogar
Nuevamente, depende de las necesidades y la situación de sus padres, pero un buen punto de partida es la administración de medicamentos. Un pastillero sencillo de la farmacia puede ayudarles a recordar lo que deben tomar a diario, y una alarma en su teléfono o un dispositivo independiente puede recordarles cuándo tomar sus pastillas. Es útil que usted o un vecino puedan rellenar el pastillero con regularidad y llamarles para recordarles que tomen sus medicamentos. Si usted es quien toma las decisiones médicas (también conocidas como Poder Notarial Médico) y si ha hecho los arreglos necesarios para poder acceder a la información de salud de sus padres, por ejemplo, a través de un portal de pacientes, puede ayudar a coordinar las solicitudes de renovación de recetas de medicamentos.
A continuación, conviene hacer que su hogar sea más seguro eliminando el desorden y las alfombras sueltas para prevenir caídas, instalando barras de apoyo en el baño para ayudarles a levantarse del inodoro y bañarse, y colocando protectores de goma en los bordes afilados. Además, debe asegurarse de que haya buena iluminación en toda la casa y que los artículos que su padre o madre usa a diario estén a su alcance (sin necesidad de un taburete). Solicitar una evaluación de seguridad en el hogar por parte de un terapeuta ocupacional a través del médico de cabecera de su padre o madre es un excelente punto de partida.
Por último, un sistema de alerta médica puede brindarle tranquilidad, especialmente si no vive cerca de sus padres adultos mayores. “Les digo a todos mis pacientes (generalmente mayores de 75 años), sobre todo si viven solos, que tener un sistema de alerta médica es beneficioso”, afirma Kuntz. Sin embargo, reconoce que no todos pueden permitírselo. Medicaid y la Administración de Veteranos (VA) cubren el costo, pero para otros, suele ser un gasto que deben pagar de su propio bolsillo.
Un sistema de alerta médica es un dispositivo que su padre o madre lleva puesto o guarda en casa y que puede alertar al 911, a un monitor del sistema o a un ser querido designado las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en caso de que necesite ayuda. Muchos sistemas de alerta portátiles incluyen sensores de caídas. La mayoría de los productos tienen un costo de activación y cuotas mensuales.
Otros servicios de apoyo en el hogar para fomentar la independencia y la seguridad incluyen la entrega de comidas, la limpieza del hogar, el mantenimiento de la casa y el jardín para reducir el uso de escaleras y herramientas, y la instalación de cámaras dentro o fuera de la casa.
Gestionar ayuda o llevar a sus padres a un centro de cuido especializado en personas adultas mayores
Aunque pueda cuidar de su padre o madre y viva con usted, sus necesidades pueden volverse tan exigentes que necesitará ayuda. Si su padre o madre vive solo o sola, una persona cuidadora a domicilio puede brindarle el apoyo y la atención necesarios, incluyendo cuidados de relevo.
Kuntz recomienda consultar con una agencia de cuidado a domicilio para encontrar una atención de calidad. Sea cual sea la agencia que elija, asegúrese de que tenga referencias y pueda proporcionar cuidados de relevo en caso de enfermedad o necesidad de ausentarse. Debido a la variedad de opciones, puede ser útil reunirse con un trabajador social o un gestor de cuidados para obtener orientación general sobre cómo tomar decisiones.
Otra opción es utilizar los centros de día para personas adultas mayores en su comunidad. Algunos centros ofrecen transporte desde y hacia sus instalaciones; la mayoría ofrece programas de día completo y medio día para mantener a su padre o madre activo/a y participativo/a. Los cuidadores a domicilio suelen costar entre $36 y $45 dólares por hora, y la mayoría exige un mínimo de cuatro horas, mientras que los centros de día cuestan entre $65 y $90 dólares al día, con opciones de medio día.
Cómo encontrar una residencia para personas adultas mayores o un centro de cuidados de calidad a largo plazo
Si su padre o madre necesita más ayuda de la que usted puede brindarle y sus necesidades son demasiado grandes para vivir en casa, la siguiente opción es una residencia para personas adultas mayores. Lum explicó que, por ejemplo, si se les entregan las comidas a domicilio, pero la persona mayor no puede prepararlas, esto indica que una residencia podría ser la opción adecuada.
“Si una persona sufre de incontinencia o no puede ir al baño o ducharse, esto suele indicar que podría necesitar los cuidados de una residencia para personas adultas mayores”, añadió Lum.
En su práctica, sin embargo, afirma que no utiliza una lista de verificación. En cambio, ella y su equipo realizan una “evaluación integral de la persona y de toda la familia” para comprender las opciones disponibles para la persona adulta mayor en su situación particular.
Al trasladar a su padre o madre a una residencia para personas adultas mayores, Kuntz recomienda trabajar con una agencia especializada en traslados a largo plazo para encontrar el lugar adecuado, ya sea una residencia para personas adultas mayores independientes, con asistencia, especializada en el cuidado de la memoria o de cuidados especializados. Además, pueden ayudarle a encontrar un lugar que se ajuste a su presupuesto o que satisfaga otras necesidades, como la afiliación religiosa o una comunidad donde se hable un idioma específico. Sin embargo, es importante que usted también realice su propia investigación.
”Animo a mis pacientes y a sus familias a visitar las residencias primero y a conocer al personal. ¿Es el personal amable? ¿Hay falta de personal en la residencia? ¿Les gustará la comida a las personas residentes? ¿Tienen espacios al aire libre?”.
El traslado a una residencia para personas adultas mayores puede ser una transición difícil para su padre o madre. Sin embargo, trabajar con un trabajador social u otro profesional de la salud puede ayudarles a usted y a sus padres mayores a adaptarse al cambio.
UCHealth recientemente ha añadido información relacionada con el cuidado de personas adultas mayores y para quienes puedan tener problemas de memoria o demencia. Esta información también es de apoyo para personas cuidadoras.
Usted puede explorar en el sitio web https://www.uchealth.org/, dar click en el chat de la asistente virtual Livi (click en la parte baja de mano derecha) e ingrese la palabra “demencia”.