Conmociones cerebrales y lesiones en la cabeza
Una conmoción cerebral es una lesión cerebral traumática ("TBI") generalmente causada por un golpe en la cabeza. También puede ser causada por sacudidas violentas de la cabeza o el cuerpo, como durante un accidente automovilístico. En la mayoría de los casos, la conmoción cerebral no implica una pérdida del conocimiento, pero todas las conmociones cerebrales son graves. Reconocer la conmoción cerebral y responder adecuadamente puede ayudar a prevenir lesiones adicionales o incluso la muerte.



Síntomas de conmoción cerebral en niños
Los niños pequeños también corren el riesgo de sufrir lesiones cerebrales traumáticas. Esto se debe a que sus cabezas suelen ser desproporcionadamente grandes en comparación con sus cuerpos. Puede ser más difícil reconocer una conmoción cerebral en un niño pequeño, especialmente si no puede verbalizar sus síntomas. Por lo tanto, es importante monitorear el comportamiento de un niño para detectar cambios. Los síntomas en los niños pueden incluir:
- Convulsiones.
- Mal humor o irritabilidad.
- Apariencia aturdida.
- Llanto excesivo.
- Pérdida del equilibrio o dificultad para caminar.
- Pérdida de interés en sus juguetes favoritos.
- Vómito.
Si sospecha que su hijo tiene una conmoción cerebral, debe vigilarlo durante las primeras 24 horas. Lo mejor es consultar a su pediatra 1 o 2 días después de que ocurra la sospecha de conmoción cerebral. Sin embargo, si los síntomas de su hijo empeoran, busque atención médica inmediata.

Diagnóstico de conmociones cerebrales
Debe hacer un seguimiento con su médico si experimentó una lesión en la cabeza. Su médico evaluará sus síntomas, obtendrá su historial médico y le hará preguntas sobre los eventos que rodearon la lesión. Si perdió el conocimiento después de un golpe en la cabeza, infórmeselo a su médico.
El médico también puede realizar algunas pruebas neurológicas y cognitivas sencillas para evaluar la audición, la vista, el equilibrio, la coordinación, la memoria y la concentración. Estas pruebas evalúan la función cerebral y pueden ayudar a determinar la gravedad de la conmoción cerebral.
Las imágenes cerebrales no se recomiendan para la mayoría de las conmociones cerebrales. Sin embargo, es posible que se requieran imágenes cerebrales cuando se sospecha una lesión cerebral grave para descartar sangrado o inflamación cerebral. Estas pruebas de diagnóstico por imágenes incluyen:
Tomografía computarizada (TC). Una tomografía computarizada es una imagen transversal detallada del cerebro. Su médico examinará estas imágenes para ver si hay sangrado o hinchazón.
Imágenes por resonancia magnética (IRM). Una resonancia magnética utiliza imanes potentes y ondas de radio para crear una imagen detallada del cerebro. Su médico puede examinar estas imágenes en busca de anomalías o complicaciones.
Deportes y conmociones cerebrales

Las conmociones cerebrales pueden ocurrir en muchos entornos diferentes y en casi cualquier deporte, incluido el porrismo. Los atletas en deportes de contacto como el fútbol americano, el hockey, el rugby, el fútbol, el lacrosse, el baloncesto, el béisbol y el softbol tienen entre un 10% y un 20% de probabilidades de sufrir una conmoción cerebral relacionada con el deporte cada temporada de juego. Solo en el fútbol americano de la escuela secundaria, los jugadores de todo Estados Unidos experimentan hasta 250,000 conmociones cerebrales cada año.
Dados estos riesgos, los entrenadores, los padres, los preparadores físicos y los jugadores deben estar al tanto de los síntomas de la conmoción cerebral; Cuanto antes se detecte una conmoción cerebral, mejor será el resultado para el jugador.
Si un jugador se golpea la cabeza o se sospecha que tiene una conmoción cerebral, sáquelo del campo de inmediato. Los atletas no deben volver a jugar ni participar en actividades vigorosas mientras persistan los síntomas de la conmoción cerebral. Hacerlo podría ponerlos en mayor riesgo de sufrir una segunda conmoción cerebral o de experimentar complicaciones por la misma.
Atención de conmociones cerebrales
Lo mejor es descansar.
El descanso, tanto físico como mental, es el tratamiento más eficaz para una conmoción cerebral. Incluso en el caso de una conmoción cerebral leve, no debe volver a la actividad física ni a las actividades cognitivas intensivas (como el estudio) durante unos días. En su lugar, participa en un descanso relativo, que implica actividades que no requieran concentración mental. Esta es la mejor manera de dejar que tu cerebro sane.
Puede usar medicamentos para disminuir los dolores de cabeza. Pregúntale a tu médico qué analgésicos son los mejores para ti. Debe evitar la aspirina o el ibuprofeno (Advil, Motrin), ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado.
Después de unos días, puede comenzar a aumentar gradualmente su nivel de actividad física y mental. Tómatelo con calma y toma descansos si comienzas a experimentar síntomas como dolor de cabeza. No debe participar en actividades que lo pongan en riesgo de sufrir una lesión en la cabeza hasta que sus síntomas se hayan resuelto por completo.
En el caso de conmociones cerebrales graves, el médico puede recetarte tratamientos adicionales, como terapia del habla, visual o cognitiva.

Prevención de conmociones cerebrales
La mejor manera de tratar una conmoción cerebral, por supuesto, es evitarla en primer lugar. Debe tomar las siguientes medidas para protegerse a sí mismo y a sus hijos contra lesiones en la cabeza:
- Conduzca con seguridad. Nunca debe conducir bajo los efectos del alcohol. También debe usar siempre el cinturón de seguridad. Para los niños pequeños, asegúrese de usar un asiento elevador adecuado.
- Conduzca con seguridad. Ya sea en motocicleta o en bicicleta, siempre debe usar un casco.
- Use equipo de protección. Usar un equipo adecuado y bien mantenido mientras practica deportes puede ayudarlo a protegerse de las lesiones.
- Haz que tu hogar sea seguro. Si tiene niños pequeños, instale protectores en las ventanas y bloquee las escaleras. También puede prevenir caídas manteniendo sus pisos libres de desorden.
- Edúcate a ti mismo y a los demás. Saber cómo detectar una conmoción cerebral es el primer paso para recibir tratamiento. Infórmese a sí mismo y a los demás sobre los riesgos, la prevención y los síntomas de las conmociones cerebrales para crear conciencia. Los padres y entrenadores deben informarse y participar en un buen espíritu deportivo para proteger a sus atletas.

Referencias
Academia Americana de Médicos de Familia. Conceptos Actuales en Conmoción Cerebral: Evaluación y Manejo (https://www.aafp.org/pubs/afp/issues/2012/0115/p123.html)
Pubmed: Biblioteca Nacional de Medicina. Manejo de la conmoción cerebral y la lesión cerebral traumática leve: una síntesis de las pautas de práctica (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31654620/)
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