Dismenorrea
Los cólicos menstruales son un síntoma menstrual común para muchas personas. Por lo general, comienzan un día antes de la menstruación y aparecen y desaparecen durante los días siguientes.
Sin embargo, los calambres dolorosos, frecuentes y debilitantes no son normales. La dismenorrea es el término médico para este tipo de dolor menstrual intenso y calambres frecuentes durante la menstruación (un período). Este dolor puede durar desde unas pocas horas hasta unos pocos días, y a menudo se acompaña de síntomas como náuseas y vómitos. Es posible que los síntomas le resulten incómodos y difíciles de controlar.



Causas de la dismenorrea
Dismenorrea primaria
La dismenorrea primaria es el resultado de un exceso de una sustancia química conocida como prostaglandina en el útero. El útero libera prostaglandina a medida que se desprende de su revestimiento, y causa inflamación y contracción de los vasos sanguíneos y los músculos del útero. Estas contracciones uterinas ayudan a expulsar la sangre y el tejido menstrual. Sin embargo, las contracciones fuertes pueden empujar contra los vasos sanguíneos cercanos y cortar temporalmente el suministro de sangre al útero. Cuando esto sucede, experimentas un dolor menstrual intenso.

Dismenorrea secundaria
La dismenorrea secundaria es causada por una afección de salud subyacente que provoca dolor durante el período.
Las causas comunes de la dismenorrea secundaria incluyen:
- Endometriosis: Esta es una afección en la que el tejido del revestimiento uterino crece fuera del útero. Continúa respondiendo a las hormonas que impulsan su período, pero la sangre no tiene a dónde ir. Esto generalmente provoca dolor y cicatrices.
- Adenomiosis: Esta afección se produce cuando el tejido del revestimiento uterino crece en la pared del útero, lo que hace que el útero sea más grande de lo que debería y provoca un sangrado abundante.
- Enfermedad inflamatoria pélvica: esta enfermedad ocurre cuando una infección no tratada causa inflamación y cicatrices en la pelvis.
- Fibromas uterinos: Los fibromas son crecimientos no cancerosos dentro o sobre el útero. Si bien la mayoría de los fibromas son asintomáticos, algunos pueden causar sangrado menstrual abundante y dolor durante el período.
- El cáncer de útero y el cáncer de cuello uterino pueden causar síntomas de dismenorrea.
Riesgos de menstruaciones dolorosas
Cualquier persona puede tener menstruaciones dolorosas. Sin embargo, los riesgos de experimentar dismenorrea aumentan si:
- Ser menor de 20 años. La dismenorrea primaria tiende a afectar más a los jóvenes.
- Tiene sobrepeso u obesidad.
- Bebe alcohol durante tu período.
- Nunca haber estado embarazada.
- Tienes antecedentes familiares de dismenorrea, endometriosis o adenomiosis.
- Ha tenido infecciones pélvicas previas o repetidas como ITS.
- Nunca han dado a luz.
- Fumar cigarrillos.
- Comenzó su período temprano (antes de los 11 años).
Síntomas de la dismenorrea
Los síntomas de la dismenorrea varían de una persona a otra. Sin embargo, los síntomas más comunes incluyen:
- Calambres o dolor en la parte inferior del abdomen.
- Sensación de presión en la parte inferior del abdomen.
- Sangrado menstrual abundante (menorragia).
- Dolor de cadera.
- Dolor lumbar.
- Dolor en la parte inferior del vientre.
- El dolor se extiende por las piernas.
- Expulsión de coágulos de sangre grandes.
- Diarrea.
- Desmayo.
- Fatiga.
- Cefaleas.
- Náuseas.
- Vómito.
- Debilidad.
Los cólicos son una parte normal de la menstruación. Sin embargo, si sus calambres interfieren con sus actividades diarias o van acompañados de fiebre, náuseas o vómitos, debe hablar con su proveedor de atención médica.
¿Cómo se diagnostican las menstruaciones dolorosas?
Su proveedor de atención médica le preguntará acerca de sus antecedentes médicos y familiares, y de su salud general. También le preguntará sobre su ciclo menstrual normal, cuándo comenzó a menstruar y qué síntomas experimenta.
A partir de ahí, recibirá un examen pélvico. El médico examinará el útero, el cuello uterino y la vagina en busca de bultos, cambios o anomalías que puedan estar causando los síntomas.
El médico también puede ordenar otras pruebas, como las siguientes:
- Histeroscopia. Con un instrumento de visualización insertado a través de la vagina, su proveedor de atención médica puede ver el cuello uterino y el interior del útero.
- Laparoscopia. Este procedimiento menor utiliza un laparoscopio, un instrumento de visualización con una luz, para ver el útero y la pelvis. El laparoscopio se inserta a través de una pequeña incisión en el abdomen. Este procedimiento generalmente se realiza bajo anestesia general en un hospital.
- Resonancia magnética. Esta prueba utiliza un imán grande, ondas de radio y una computadora para crear imágenes en 2D de un órgano o estructura interna.
- Ecografía. Se trata de una prueba en la que se utiliza una pequeña herramienta (transductor) que se presiona contra el abdomen o se coloca en la vagina. La ecografía utiliza ondas sonoras de alta energía para producir una imagen del útero y otros órganos en una pantalla.
Obtener un diagnóstico adecuado para la dismenorrea a veces puede ser un desafío. Es posible que los proveedores de atención médica lo rechacen y que no sepan qué buscar. Es posible que desee considerar obtener una segunda opinión si sus síntomas no responden a los tratamientos sugeridos.
Tratamiento de la dismenorrea
El tratamiento para la dismenorrea depende de muchos factores, como la salud general, la gravedad de los síntomas y la causa subyacente. Es posible que deba trabajar en estrecha colaboración con su proveedor de atención médica para encontrar un programa de tratamiento que funcione para usted.
Cambios en el estilo de vida
El estilo de vida puede ser una parte importante del manejo de los síntomas de la dismenorrea. Algunos cambios en el estilo de vida y hábitos que deberías considerar practicar incluyen:
- Deja de fumar. Fumar está relacionado con un empeoramiento del dolor menstrual y los calambres, entre muchas otras consecuencias para la salud. Si fumas, es posible que desees unirte a un programa para dejar de fumar. Si no fumas, no empieces.
- Reducir el consumo de alcohol. El alcohol puede hacer que los cólicos menstruales continúen durante más tiempo de lo normal. Durante su período, trate de evitar el alcohol.
- Evite los desencadenantes. Algunas personas descubren que los alimentos que contienen cafeína, como el café y el chocolate, pueden empeorar las contracciones. Trate de evitarlos y vea si esto hace una diferencia para sus síntomas. También es posible que desee llevar un diario que lleve un registro de cosas como sus períodos, síntomas, ingesta de alimentos y bebidas y ejercicio. Esto puede darle una mejor idea de qué desencadenantes pueden estar causándole problemas.
- El ejercicio se ha relacionado con una disminución de los dolorosos cólicos menstruales. El ejercicio también libera sustancias químicas analgésicas llamadas endorfinas. Intenta incorporar el ejercicio a tu rutina diaria. Comience despacio y luego vaya aumentando el ejercicio.
- Elija una dieta rica y variada, llena de cereales integrales, frutas y verduras, para asegurarse de obtener los nutrientes que necesita. Además, considere reducir la ingesta de azúcares refinados, que pueden desencadenar más inflamación y empeorar los síntomas, y opte por fuentes naturales de azúcar como frutas y yogur.
- Controla el estrés. Manejar el estrés es ciertamente más fácil decirlo que hacerlo. Sin embargo, el estrés está relacionado con períodos más dolorosos. El estrés también puede alterar el ciclo menstrual, lo que puede empeorar los síntomas de la dismenorrea. Considera la posibilidad de probar la meditación de atención plena o el yoga. Alternativamente, trata de aprovechar tu red de apoyo o amigos y familiares para ayudarte a lidiar con el estrés.
Remedios caseros
Si tienes calambres leves, siempre puedes probar algunos remedios caseros seguros para aliviar los síntomas. Entre ellas se encuentran:
- Almohadillas térmicas y bolsas de agua caliente. Colocar una almohadilla térmica o una bolsa de agua caliente en la parte baja de la espalda o el abdomen puede ayudar a que los músculos uterinos se relajen y mejoren el flujo sanguíneo.
- Baño o ducha caliente. El calor de un baño o ducha puede tener un efecto similar al de una almohadilla térmica. Además, las duchas calientes pueden ser una buena manera de reducir el estrés.
- Masaje. Es posible que desee intentar masajear la parte baja de la espalda o el abdomen. Esto ayuda a relajar los músculos y mejorar el flujo sanguíneo.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Los medicamentos como el naproxeno y el ibuprofeno ayudan a bloquear las prostaglandinas, lo que los hace eficaces para combatir el dolor asociado con la dismenorrea. Sin embargo, siempre debe leer atentamente las instrucciones, ya que tomar demasiado puede provocar efectos secundarios y otros problemas de salud.
Medicamentos para la dismenorrea
Si los remedios caseros y los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar el dolor, debe hablar con su médico sobre los medicamentos.
- Píldora anticonceptiva (anticonceptivos hormonales). "La píldora" se usa comúnmente para tratar la dismenorrea, la menorragia y la endometriosis. Los anticonceptivos hormonales reducen la cantidad de prostaglandina en el útero y, a menudo, hacen que los períodos sean más ligeros.
- Dispositivo intrauterino hormonal (DIU hormonal). Un DIU es un pequeño dispositivo que se coloca directamente en el útero para prevenir el embarazo. Los DIU hormonales previenen el embarazo al liberar la sustancia química progestina, que puede aligerar los períodos o detenerlos por completo. Esto hace que los DIU hormonales sean una forma eficaz de controlar la dismenorrea. Los DIU hormonales también se usan a veces para tratar la endometriosis y la menorragia. Además, los DIU pueden durar de 3 a 7 años, dependiendo de la marca.
- Analgésicos más fuertes. Si los analgésicos de venta libre no son efectivos para usted, su médico puede recetarle una versión más fuerte.
- Suplementos. Algunas personas dicen que tomar suplementos vitamínicos, específicamente vitamina B1 y magnesio, puede ayudar con la dismenorrea. Sin embargo, no hay muchas investigaciones que demuestren su efectividad. Además, los suplementos no están regulados de la misma manera que otros medicamentos, y es posible que la dosis no sea adecuada para usted. Si está interesado en tomar un suplemento, siempre debe hablar primero con su médico, ya que puede aconsejarle sobre sus riesgos y beneficios.
Tratamiento de la dismenorrea secundaria
Si experimenta dismenorrea secundaria, tendrá que tratar la afección subyacente para resolver sus síntomas. Esto puede requerir que recibas terapia hormonal (como un anticonceptivo oral o un DIU hormonal) o, en algunos casos, que te sometas a una cirugía. Obtenga más información sobre los tratamientos para las causas comunes de la dismenorrea secundaria:
Endometriosis >
Enfermedad inflamatoria pélvica >
Cáncer de útero >
Fibromas uterinos >
Referencias
Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. Dismenorrea: menstruaciones dolorosas (https://www.acog.org/womens-health/faqs/dysmenorrhea-painful-periods)
Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI): Biblioteca Nacional de Medicina. Dismenorrea (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK560834/)
MedlinePlus: Biblioteca Nacional de Medicina. Dolor menstrual (https://medlineplus.gov/periodpain.html)