Cáncer de vagina

La vagina, a veces conocida como canal de parto, es el tubo muscular que conecta el útero con los genitales externos (la vulva). El cáncer de vagina es una forma poco frecuente de cáncer ginecológico que comienza en la vagina.

Tipos de cáncer de vagina

Hay cuatro tipos principales de cáncer de vagina:

  • Carcinoma de células escamosas. Las células escamosas son células delgadas y planas que recubren la superficie de la vagina. El cáncer de vagina de células escamosas es el tipo más común de cáncer de vagina.
  • Adenocarcinoma. El adenocarcinoma se refiere al cáncer que se origina en las células de las glándulas. El adenocarcinoma vaginal representa alrededor del 15% de todos los casos de cáncer vaginal.
  • Melanoma vaginal. Este cáncer se origina en las células productoras de pigmento de la vagina (los melanocitos). Este tipo de cáncer vaginal es muy raro y tiende a ser agresivo, lo que significa que se propaga rápidamente.
  • Sarcoma vaginal. Este tipo de cáncer de vagina también es muy raro. Comienza dentro de la pared vaginal, en lugar de en la superficie.

Independientemente del tipo de cáncer vaginal que tengas, detectarlo a tiempo te brinda la mejor oportunidad de curarte.

Cáncer de vagina: causas y factores de riesgo

No hay una causa exacta

Los expertos aún no conocen la causa exacta del cáncer de vagina.

Por lo general, el cáncer ocurre cuando las células normales y sanas mutan y crecen sin control. Este crecimiento celular descontrolado hace que se desarrollen bultos llamados tumores. Además, las células cancerosas pueden desprenderse, viajar a otras partes del cuerpo y comenzar a crecer allí. Cuando esto sucede, se denomina metástasis.

Factores de riesgo

Algunas cosas pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer vaginal. Los factores de riesgo incluyen:

  • Edad. La mayoría de los casos de cáncer de vagina se diagnostican en personas mayores de 60 años.
  • Exposición al dietilestilbestrol (DES). El DES fue un medicamento para la prevención del aborto espontáneo que se tomó desde la década de 1940 hasta principios de la década de 1970. Si su madre tomó este medicamento mientras estaba embarazada de usted, es posible que tenga un mayor riesgo de padecer un tipo de cáncer de vagina llamado adenocarcinoma de células claras.
  • Virus del papiloma humano (VPH). El VPH es un factor de riesgo para muchos cánceres ginecológicos, incluido el cáncer de vagina. Por lo general, se considera que el VPH es una enfermedad de transmisión sexual, pero puede transmitirse a través de la mayoría de las formas de contacto piel con piel. Afortunadamente, las vacunas contra el VPH son altamente seguras y efectivas y se pueden obtener fácilmente en el consultorio de su médico.
  • Neoplasia intraepitelial vaginal (VAIN). La neoplasia intraepitelial vaginal es una afección en la que hay algunas células vaginales atípicas, pero estas células no son lo suficientemente diferentes de las células normales como para ser consideradas cáncer. La VAIN a menudo es causada por el VPH. También se asocia con tener antecedentes de cáncer de cuello uterino, cáncer de útero o haber tenido una histerectomía. Para una pequeña porción de personas con VAIN, las células anormales se convertirán en cáncer.
  • Fumar aumenta el riesgo de desarrollar muchos tipos de cáncer, incluido el cáncer vaginal.

Síntomas del cáncer de vagina

No todas las personas que tienen cáncer de vagina experimentan síntomas. Es posible que solo descubras que tienes cáncer de vagina después de un chequeo regular. A medida que la enfermedad progresa, es posible que experimente síntomas como:

  • Un bulto o masa en la vagina.
  • Dolor de espalda.
  • Estreñimiento.
  • Micción frecuente.
  • Dolor al orinar.
  • Dolor vaginal o dolor pélvico.
  • Dolor durante las relaciones sexuales con penetración.
  • Sangrado inusual entre períodos o después de la menopausia.
  • Picazón vaginal inusual.
  • Secreción vaginal acuosa.

Debido a que el cáncer de vagina se desarrolla dentro de la vagina, usted no podrá verlo. Si notas bultos, llagas o cambios de color en la piel cerca de la vagina, estos pueden ser signos de cáncer de vulva.

Los síntomas del cáncer vaginal a menudo se parecen a los de otros problemas ginecológicos. Si tiene síntomas, debe programar una cita con su médico de inmediato para que pueda recibir tratamiento lo antes posible.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de vagina?

Su médico comenzará preguntándole sobre su salud general, cualquier síntoma y sus antecedentes familiares y médicos. A continuación, realizará un examen físico. También pueden recomendar una o más de las siguientes pruebas:

  • Examen pélvico. En un examen pélvico, el médico inspecciona de cerca la vulva en busca de signos de anomalías. A continuación, introducen dos dedos en la vagina mientras presionan el abdomen para poder palpar el útero y los ovarios. A partir de ahí, el médico puede insertar un espéculo en la vagina. Esta herramienta les permite examinar el cuello uterino y la vagina en busca de anomalías.
  • Prueba de Papanicolaou (prueba de Papanicolaou). Durante un examen pélvico, el médico puede hacer una prueba de Papanicolaou. Por lo general, se usa para detectar el cáncer de cuello uterino, pero a veces también puede detectar el cáncer de vagina. El médico usará un cepillo pequeño o una bola de algodón para raspar suavemente las células del cuello uterino. Luego, estas células se envían a un laboratorio para ser analizadas en busca de anomalías.
  • Prueba de VPH. El médico puede analizar las células tomadas durante una prueba de Papanicolaou para detectar el VPH. Si bien esto no te dice si tienes cáncer de vagina, puede ser una señal de que necesitas chequeos y controles más regulares.

La importancia de las revisiones periódicas. A veces, el cáncer de vagina se identifica durante un examen pélvico o una prueba de Papanicolaou programados regularmente, mucho antes de que se presenten los síntomas. Por eso son tan importantes las revisiones ginecológicas periódicas.


Cuándo se indican pruebas adicionales

Si tienes un resultado anormal en la prueba de Papanicolaou o en el examen pélvico, el médico puede recomendarte más pruebas:

  • Biopsia. Una biopsia consiste en tomar muestras de tejido anormal de la vagina y el cuello uterino y enviarlas a un laboratorio. En el laboratorio, un especialista examinará las células en busca de cáncer y proporcionará un diagnóstico.
  • Examen de colposcopia. El médico puede usar un dispositivo de aumento especial (colposcopio) para inspeccionar de cerca el interior de la vagina y ver cualquier célula anormal.

El médico puede recomendar las siguientes pruebas adicionales para ver si el cáncer se ha propagado a otros órganos:

  • Citoscopia. La vagina y la vejiga se encuentran muy juntas. Durante una cistoscopia, el médico utilizará una herramienta llamada cistoscopio para examinar el interior de la vejiga en busca de signos de cáncer. El cistoscopio se inserta a través de la uretra. Si su médico ve algún tejido anormal, puede hacer una biopsia.
  • Proctoscropy. La vagina también está muy cerca del recto, el tubo muscular que contiene las heces y el ano. El médico puede usar una herramienta llamada proctoscopio para inspeccionar el ano y el recto en busca de signos de que el cáncer vaginal se ha propagado. Si ven tejido sospechoso, pueden tomar una biopsia.
  • Exámenes por imágenes. Se pueden hacer pruebas de diagnóstico por imágenes para ver si el cáncer se ha diseminado al tórax o al abdomen. Pueden incluir una radiografía, una tomografía computarizada (TC), una resonancia magnética (RMN) y una tomografía por emisión de positrones (PET).

Estadificación del cáncer de vagina

Si te diagnostican cáncer de vagina, el médico tendrá que estadificar la enfermedad. La estadificación es una forma de hablar sobre cuánto ha progresado una enfermedad y si se ha diseminado a otras partes del cuerpo (metástasis). La estadificación se utiliza para ayudarte a ti y a tu médico a analizar tus opciones de tratamiento.

Hay 4 etapas del cáncer de vagina. Cuanto más alto es el estadio, más grave es el cáncer:

  • Etapa I: el cáncer se limita solo a la vagina. No se ha extendido a ningún otro lugar.
  • Estadio II: el cáncer se diseminó a través de la pared vaginal y al tejido que la rodea inmediatamente. No se ha diseminado a la pared pélvica ni a los órganos cercanos.
  • Estadio III: el cáncer se diseminó a la pared pélvica y a los ganglios linfáticos cercanos.
  • Estadio IV: el cáncer se diseminó a la vejiga, el recto, el útero, los ovarios u otras áreas que no están cerca de la vagina (como los pulmones).

Tratamientos para el cáncer de vagina

El tratamiento del cáncer de vagina puede variar ampliamente, dependiendo de la etapa en la que te encuentres, de tu salud general y de tus objetivos.

Cirugía

La cirugía es el tratamiento estándar para el cáncer de vagina. Se utilizan diferentes procedimientos quirúrgicos para diferentes etapas del cáncer. Entre ellos se encuentran:

  • Cirugía láser. Esto implica el uso de un haz de alta energía para extirpar lesiones superficiales o tumores muy pequeños.
  • Escisión local. En el caso de los tumores pequeños, el médico puede realizar una escisión local. Esto implica extirpar el tumor en sí y una pequeña cantidad del tejido sano circundante.
  • Vaginectomía. Dependiendo del tamaño del cáncer, el médico puede recomendar la extirpación parcial o total de la vagina. Esto se conoce como vaginectomía parcial y vaginectomía radical, respectivamente. Estas cirugías generalmente se reservan para tratar el cáncer de vagina en etapas posteriores.
    • Si te sometes a una vaginectomía radical, es posible que te reconstruyan la vagina con músculo o tejido de otras partes del cuerpo. Esto le permitirá tener relaciones sexuales vaginales. Sin embargo, una vagina reconstruida se sentirá diferente a la vagina y no producirá la lubricación natural que la vagina produce durante las relaciones sexuales.
  • Histerectomía y ooforectomía. Si necesitas una vaginectomía radical, el médico también puede recomendar la extirpación de los ganglios linfáticos cercanos (linfadenectomía). Es posible que también necesite que le extirpen el útero y los ovarios (histerectomía con ooforectomía).
    • Someterse a una histerectomía y una ooforectomía son procedimientos importantes. Si se somete a una histerectomía, no podrá llevar un embarazo. Si te haces una ooforectomía, ya no producirás las hormonas que impulsan tu ciclo menstrual, entrarás en la menopausia.
  • Exenteración pélvica. En el caso del cáncer que se ha diseminado ampliamente por toda la región pélvica, el médico puede recomendar una exenteración pélvica. Esto implica la extirpación de la mayoría de los órganos pélvicos principales, como la vagina, el útero, los ovarios, la vejiga, el recto y el tejido circundante. El médico creará aberturas en el abdomen para permitir que la orina y las heces se recojan en pequeñas bolsas llamadas bolsas de ostomía.

Radioterapia

Mediante el uso de haces de energía de alta potencia, como rayos X y protones, la radioterapia destruye las células cancerosas. También se puede usar para reducir el tamaño de tumores grandes antes de la cirugía. Hay dos maneras en que se puede administrar la radioterapia:

  • Radiación externa. Una máquina genera haces de alta energía y los dirige con precisión a los tumores vaginales.
  • Radiación interna (braquiterapia). Se implantan pequeñas semillas radiactivas cerca de los tumores y se dejan durante un tiempo determinado.

A veces, la radiación interna por sí sola es suficiente. En otros casos, es posible que necesite radiación externa seguida de radiación interna.

La radioterapia puede tener efectos secundarios desagradables, como problemas de vejiga, cambios en la menstruación, picazón o ardor vaginal y problemas de fertilidad temporales o permanentes.

Otros tratamientos

  • Quimioterapia. La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. Se puede administrar en forma de pastilla o por vía intravenosa (IV). Sin embargo, es posible que la quimioterapia no sea eficaz para el cáncer de vagina. A veces, se combina con radioterapia para mejorar su eficacia.
  • Ensayos clínicos. Los ensayos clínicos son estudios de investigación que se realizan en pacientes para probar la eficacia de nuevos tratamientos. No hay garantía de que el tratamiento sea eficaz contra el cáncer, pero le da la oportunidad de probar los últimos avances en el tratamiento.

Pronóstico y perspectivas del cáncer de vagina

Un pronóstico es la mejor estimación que hace el médico de cómo le afectará el cáncer y cómo responderá al tratamiento. El pronóstico depende de muchos factores, entre ellos:

  • Su edad actual y su estado de salud.
  • Su historial médico.
  • El tipo de cáncer.
  • El estadio del cáncer.

La tasa de supervivencia promedio a 5 años para el cáncer de vagina es del 59%, aunque los diferentes tipos de cáncer tienen promedios diferentes. El adenocarcinoma vaginal y el adenocarcinoma de células claras tienen las tasas de supervivencia más altas, seguidos por el cáncer de células escamosas.

Las tasas de supervivencia mejoran cuanto antes se detecta el cáncer. El cáncer de vagina en etapa I, por ejemplo, tiene una tasa de supervivencia a 5 años de más del 80%. Es por eso que es importante hacerse pruebas de Papanicolaou y chequeos regulares. Y, si notas algún cambio, no esperes para hablar con tu médico.

Encontrar un equipo de atención que pueda brindarle atención empática y experta es un paso importante para obtener el tratamiento que necesita. En UCHealth, puede encontrar servicios para combatir su cáncer y aprovechar al máximo su vida cotidiana.

Vivir con cáncer de vagina

El cáncer de vagina no solo afecta tu salud física. Puede tener efectos graves en toda tu vida, desde tus amistades hasta tus planes futuros. Es posible que desee buscar otros servicios para abordar estos efectos secundarios.

Apoyo a la salud mental. El cáncer de vagina es duro para el cuerpo, pero también puede ser duro para la mente. Puede alterar tu vida diaria, hacer que te sientas aislado de tus amigos, familiares y pareja. Todo esto puede contribuir a problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión. Es posible que desee considerar la posibilidad de encontrar un grupo de apoyo u obtener ayuda profesional durante o después de su tratamiento.

Intimidad. El tratamiento para el cáncer de vagina puede hacer que las relaciones sexuales y las actividades íntimas sean incómodas, incluso temporalmente imposibles. Es un eufemismo decir que esto puede ser angustiante. Los tratamientos como la radioterapia pueden ser agotadores para su cuerpo, y la cirugía puede cambiar cómo se siente con respecto a su cuerpo o lo que siente durante las relaciones sexuales.

Antes y durante el tratamiento, debe hablar con su médico sobre cómo puede cambiar su función sexual. Estar armado con este conocimiento puede ayudarte a prepararte para los cambios y hacer que sea más fácil para ti hablar con tu(s) pareja(s).

Si se somete a una cirugía, pregúntele a su equipo de atención médica cuándo y cómo será seguro que comience a tener relaciones sexuales. Su equipo de atención médica también puede ayudarlo a encontrar maneras de hacer que la actividad sexual sea más cómoda y placentera. Dependiendo de tu situación, el médico puede recomendarte el uso de lubricantes a base de agua o silicona o un dispositivo llamado dilatador, que ayuda a reducir el dolor pélvico durante las relaciones sexuales. También puede haber otros tratamientos disponibles.

Recuerde que la salud y el bienestar sexual son parte de su salud y bienestar general, así que nunca se avergüence de hablar sobre el sexo con su equipo médico.

Tratamientos de fertilidad. Los tratamientos para el cáncer de vagina pueden afectar tu fertilidad. Por ejemplo, la extirpación del útero le impide llevar un embarazo. La extirpación de los ovarios significa que ya no producirá óvulos. A veces, los tratamientos de radiación pueden reducir la fertilidad. Es posible que desee hablar con su médico sobre tratamientos como la fertilización in vitro, la congelación de sus óvulos y la subrogación.